Oscar 2025: Anora
- Ismael Martin
- 7 abr
- 6 Min. de lectura
Después de su triunfo en la Ceremonia de los Premios Oscar de la Academia, cosechando cinco estatuillas, se estrena en VOD Anora, dirigida por Sean Baker y me he encontrado con una historia que quiere hablar o reivindicar un aspecto de la sociedad sin caer en estereotipos. Y para mí se queda en el camino.

Sinopsis
Anora es una joven que trabaja en un local de striptease hablando con clientes para ofrecerles un pase privado por dinero. Un día conoce a Ivan, un chico que es hijo de un oligarca ruso, que le hace una oferta de pasar una semana con él por una cantidad de dinero. Se casan pero la familia rusa manda al padrino de Ivan para anular esa boda.
Director y reparto
Sean Baker es un director estadounidense que se ha especializado en contar historias alejadas del Sueño Americano, mostrando las vidas difíciles e injustas de gente que transita en los aledaños de dicha fantasía. Con Tangerine, su quinta película, su nombre empezó a coger fuerza, con la particularidad de que está rodada con teléfonos móviles. Y su consagración llega con el estreno de The Florida Project, donde todas sus inquietudes hilan más fino. Su penúltima obra, Red Rocket, reincide en estos temas y ya con Anora y su lluvia de premios ha colocado a Sean Baker como el nuevo narrador del lado sucio y duro de la sociedad estadounidense.
Mickey Madison................... Anora
Mark Eydelshteyn................. Ivan
Karren Karagulian................. Toros
Yura Borisov.......................... Ígor
Mickey Madison encabeza el reparto, haciendo suya la película en un personaje bien interpretado aunque con menos profundidad que otros personajes de la filmografía de Baker, detalle al que volveré después. Le siguen un grupo de actores menos conocidos: Mark Eydelshteyn como Ivan, el caprichoso hijo de millonarios rusos; Yura Borisov que interpreta a Ígor, un secuaz que empatiza con Anora al estar ambos en el mismo estrato de la sociedad; y Karren Karagulian, actor recurrente de Sean Baker, como Toros, mi personaje favorito de la película y el mejor construido.
Palmarés
Desde su estreno en el Festival de Cannes, Anora fue ganando galardones muy prestigiosos, como la misma Palma de Oro, acabando con el Oscar a la mejor Película. Mickey Madison se alzó con la estatuilla a mejor actriz. Sean Baker fue el rey de esta edición de los Oscar, levantando en una sola noche cuatro premios, Director, Guion, Montaje y Película, hito que nadie había conseguido.
Mis impresiones
La película va como un tiro. Tiene un ritmo brutal que hace que las dos horas y cuarto de duración pasen en un suspiro. Un uso de colores y puesta en escena brillantes, con los espacios utilizados para dar información en cada momento. Las elipsis son tan rápidas desde el momento en que Anora e Ivan empiezan a relacionarse que Baker las utiliza para hacer patente que con dinero todo va muy rápido y a que no hay que preocuparse por nada. Elipsis que resume un par de semanas en unos veinte minutos. Y cuando los padres mandan a Toros, el padrino de Ivan, a que ponga fin a esta vergüenza, convierte el tiempo, a partir de ahora, en una tarde y el día siguiente. Maniobra magistral para que veamos que cuando los problemas aparecen, todo se ralentiza.
De primeras puede parecer que Anora va a transitar por los mismos caminos de las anteriores obras de Baker. Personas marginales con empleos duros, peligrosos o precarios. Una pega que le tengo a Anora es la superficialidad con la que trata el que una persona con dinero le ofrezca a otra pasar un tiempo determinado por un precio, alejándola de su entorno. Vivimos en una época en que este tipo de transacciones son habituales, sobre todo a través de las redes sociales, que todavía las hace más peligrosas, en las que una mujer se va a otro país para mantener relaciones sexuales con un desconocido. Se acusa a la película de que puede provocar un efecto llamada para que las mujeres trabajen en locales de striptesae para ver si conocen a un millonario. Una acusación frívola y estúpida, que hace un flaco favor a un problema muy real como el que he mencionado un par de líneas más arriba. Baker deja a un lado la crítica social y cuenta una historia más sencilla. Algo de lo que no me quejo, solo menciono que este tipo de tratos suceden en la vida real, y suelen tener finales mucho más sombríos.
Pero en esta ocasión todo tiene un aura más brillante, más esperanzador. Y es un aspecto que convierte esta obra en una más convencional. La comparación más comentada es la que tiene con la película Pretty Woman, pero es una comparación muy errada, sobre todo con el personaje masculino. En Pretty woman, el millonario interpretado por Richard Gere se enamora de verdad de la prostituta con el rostro de Julia Roberts, pero en Anora Ivan ve a Anora como un objeto con el que jugar ya que la ha alquilado por un período de tiempo. En el momento en que sus padres, la verdadera fuente de donde sale el dinero que derrocha a mansalva, van a arreglar el asunto del casamiento, Ivan le hace ver a Anora lo que verdaderamente es: un niñato caprichoso que solo quiere pasárselo bien, sin importarle nada los sentimientos que pueda tener ella. La conversación que mantienen en la secuencia del avión cuando vuelven a La Vegas es lo que terminar de despertar a Anora de su sueño de libertad.

Porque Anora tampoco está enamorada. Es una joven con un trabajo arriesgado, donde es utilizada como objeto de placer, y en el momento que comienza la relación laboral con Ivan, porque es lo que es de verdad, ninguno tiene sentimientos verdaderos de enamoramiento. A Ivan le gusta hacer y cómo hace el amor con Anora, donde hay un momento donde ella le enseña como hacer el acto; y Anora ve esto como una oportunidad de salir de su ambiente. Primero porque ve que puede ganar una gran cantidad de dinero de manera rápida y fácil, y cuando Ivan le pide matrimonio ve el ticket dorado de salir definitivamente de su entorno. Cuando todo salta por los aires, la desesperación que muestra no es que los obliguen a divorciarse, sino que tendrá que volver al antro de donde salió y perder la vida lujosa que estaba teniendo. No veo verdadero amor de nadie, y la escena final con Ígor tampoco percibo amor, sino el intercambio al que ella acostumbra a dar. Ígor la acompaña hasta su casa y le devuelve el anillo nupcial, a lo que ella le “paga” ese favor con una relación sexual. Cuando rompe a llorar, yo lo interpreto como la frustración de volver a su antigua vida.
Esto está muy bien contado, pero a Anora le falta algo de profundidad. No hay información de por qué acabó trabajando de estríper, y puede que para la historia que se quiere contar no sea necesario, ya que lo que quiere contar no es la vida de Anora en sí, sino la posible salida de ese mundo que puede sacar de Ivan. No hay escenas de ella en su día a día, solo trabajando en el local, con un aspecto negativo que le pongo, que es el que no le tocan clientes babosos o maleducados. Son todos blanditos o sin aparente experiencia en entrar en estos sitios, siendo Anora quien los guía y enseña, y creo que con ello da una impresión equivocada de esos sitios, donde los instintos primarios están más presentes. Es como todo lo que rodea a Toros y sus dos matones, personajes que deberían ser más expeditivos para conseguir la información, pero no lo muestran. Encajan con el tono cómico que tiene la película, y me hace reforzar la tesis de que Sean Baker quiso hacer una obra más suave, alejándose del retrato seco que estaba haciendo de la vida marginal. Todo está bien hilvanado, haciendo una obra muy redonda en sus intenciones, pero lejos y blanqueando los tropos que utiliza el director en su obra.

Sobre los actores, Mickey Madison está maravillosa, con una personalidad arrolladora. Yuri Borisov fue nominado como mejor actor de reparto por su papel como Ígor, el matón que ve a Anora tal cual es, una igual. Pero el personaje que me encantó fue Toros, el único que tiene la mente clara sobre lo que está pasando, una tontería a la que se ha de poner fin. Un personaje que está harto de las niñatadas de Ivan, y que lo expresa en la secuencia del restaurante, donde critica a la juventud tan estúpida y blandengue que hay ahora, proyectando lo que piensa de su ahijado.
¿Una justa ganadora del Oscar a Mejor película? Para mí no, ya que en esta tanda de nominaciones hay varias que me gustaron más o son más redondas, pero el tiempo dirá si es merecedora o no del galardón
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