Misión imposible: Sentencia final. Loa a un cine perdido
- Ismael Martin
- 1 jul
- 3 Min. de lectura
Después de varias complicaciones se estrenó Misión imposible: sentencia final, la, por ahora, última entrega de la saga iniciada en 1996 y basada en la serie estrenada en los 60. Protagonizada por Tom Cruise y dirigida por Christopher McQuarrie, asistimos a los últimos estertores de una manera de hacer cine de acción, con un guion inteligente, fabulosas escenas donde las persecuciones mantienen al espectador pegado a la butaca y unos actores implicados y comprometidos.

Sinopsis
Ethan Hunt ha encontrado la manera de neutralizar la amenaza de La Entidad, la IA que quiere controlar el mundo a través del antiguo agente secreto Gabriel. Recorrerá el mundo para recoger los elementos necesarios escapando tanto de los villanos como de las fuerzas de la ley que quieren detenerlo, con ayuda de su grupo y de gente afín a su causa.
La última estrella
Tom Cruise es, a mi modo de ver las cosas, el único actor actual que se pueda considerar una estrella en el sentido al que se le suele dar a esta acepción. Cruise puede codearse con estrellas del cine como Cary Grant, James Stewart o John Wayne en la etapa clásica; Silvester Stallone o Arnold Schwarzenegger en los míticos 80. Su nombre es más grande que el título o la franquicia que protagoniza, y su presencia es la que hace llenar las salas, y no hay actor o actriz en la actualidad que consiga eso. La gente va por el producto no por el actor que sale en el cartel. Tom Cruise es el último representante de una época que por desgracia ha desaparecido, y su implicación en sus proyectos lo eleva por encima de sus colegas de profesión, jugándose su fortuna y su pellejo por la película. Es la última estrella.

Impresiones
El estreno de este largometraje ha pasado por varias etapas. La séptima y octava partes estaban concebidas como una sola película dividida en dos partes, pero la tibia recaudación de la primera entrega retrasó el estreno, cambiando el título eliminando lo de "parte 2" y seguramente la historia. Porque el inicio de esta Sentencia final adolece de mucha exposición que sobre explica lo que se está contando, verbalizando y mostrando en imágenes lo que se quiere contar, haciendo que su primera hora sea aburrida por su excesiva reiteración. El querer conectar todas las películas en una sola trama, reinterpretando elementos aparecidos y revelando orígenes de personajes nuevos relacionados con otros anteriores no lo veo necesario, ya que las intenciones de esta saga es ofrecer un espectáculo autoconclusivo, no una macro historia que queda algo impostada.
Un aspecto positivo que está encuadrado en su primer tercio de metraje es la maravillosa manera de despedirse que le hacen a un personaje que ha estado junto con Hunt desde el principio. Le han dedicado el tiempo necesario para que esa despedida sea emotiva y a la vez han hecho que su última acción sea relevante para que el agente secreto alcance la victoria.
Ahora bien, después de este tropiezo todo va para arriba. La historia fluye sin respiro, las localizaciones a las que van Hunt y su grupo son originales, y las escenas de acción son impresionantes, con el colofón final en la secuencia de los aeroplanos, donde Tom Cruise vuelve a elevar la apuesta de jugarse el tipo en nombre del cine. También es de recibo señalar la intención de hablar de la escalada bélica que está sufriendo la sociedad a través de la amenaza de La Entidad queriendo controlar todos los arsenales nucleares. No es normal que el cine de acción actual trate temas que atañen a la vida real.

Junto con la acción tenemos un manejo brillante del suspense. A través del montaje, la tensión se palpa en cada etapa del viaje que hace el grupo. Separando a Hunt de su cuadrilla, se sigue elevando la intriga, sobre todo en la primera parada del viaje, donde la sincronización ha de ser perfecta, ya que se deben reunir en sitio concreto a la hora exacta para que triunfe la misión. Y todo ese trayecto, con Hunt dentro de un submarino hundido, y el resto del grupo en un lío con soldados rusos mientras el reloj sigue avanzando, es emocionante. Ya que no es solo tiros o explosiones, sino pura tensión.
Y qué decir de la parte final, donde se encuentra la escena clave de la película. Al igual que en la anterior cinta, con Tom Cruise encima de una moto y despeñándose de lo alto de un pico, en esta ocasión no solo se encarama en una avioneta en pleno vuelo, sino en dos. Espectacular.
Obligada cita para los amantes del cine de acción al ser la despedida de una saga excelente y de un modo de rodar que se está perdiendo.




Comentarios