20 años de Lost (Perdidos), la isla que cambió la televisión
- Ismael Martin
- 27 dic 2024
- 5 Min. de lectura
El 22 de septiembre de 2004 se emitió el episodio piloto de una serie de televisión que cambiaría el modo de hacer series en los canales más generalistas. HBO llevaba varios años con un modelo de series que destacaban del resto. Un nicho que era para el disfrute de aquellos que estaban suscritos a la televisión por cable. No existían las plataformas de streaming y lo más parecido que había en España esos años era Canal+. Cierto es que la FOX tenía en antena una serie revolucionaria en la manera de narrar la historia, cada episodio sería de una hora, haciendo que toda la temporada transcurriera en un solo día, y estaba teniendo éxito de público y crítica, pero el año 2004 fue el año donde comenzaría una edad de oro en televisión. La emisión de tres series específicas que a la vez cambiarían el modo de producir series para el gran público: House, Mujeres desesperadas y Lost (perdidos).
Pocas series de televisión han dado un vuelco al modo de hacer otras series. Algunas de las más relevantes son Twin Peaks, Expediente X, o la moderna Juego de tronos.

La trama de la serie
Un avión, el 815 Oceanic Airlines, se estrella en una isla recóndita el 22 de septiembre de 2004. Los supervivientes del accidente se tendrán que poner de acuerdo para sobrevivir mientras llega el rescate, pero parece que la isla no está deshabitada...
Durante 121 episodios se construirá una mitología que intentará dar respuestas a los enigmas que se han ido sembrando.
Desde su finalización, Lost ha sido pasto de memes y burlas por su polémico final, infravalorando el aporte esencial que ha sido para la televisión que se consume en la actualidad. Hay que entender algo que se suele pasar por alto, y es que ahora mismo el televidente puede ver la serie completa del tirón, sin esperar medio año para la nueva temporada. Con esto pierde un factor clave del éxito de esta y de cualquier serie con este corte de misterio: la alimentación del mito que se nutre de las conversaciones o debates que genera el aficionado, creando teorías o imaginando el devenir de los protagonistas. La sensación que queda después de los brutales finales de temporada se llenaba de este modo, algo que también es contraproducente porque el hype que se va generando llega en ocasiones a hacer pensar que el final de la historia no es bueno porque no cumple las expectativas subjetivas que se tienen en la cabeza.
La forma de contar la historia, centra cada episodio en un personaje principal, alternando el presente en la isla con flashback a su pasado, para conocer su personalidad y los motivos que le llevaron a subir a ese avión, motivos en los que algo o alguien movió los hilos para provocar esa subida. El impacto de la serie fue tal que muchas de las que vinieron a rebufo intentaron repetir la fórmula, muchas veces sin éxito. Ejemplos de esto son Alcatraz o Flashforward. Lo novedoso de la propuesta, fue una historia ambiciosa donde personajes de origen fuera de Estados Unidos hablaran en su idioma original; trama que se desentraña como una matrioska, en la que cada muñeca tenía más secretos o misterios; y personajes lejos del típico enfrentamiento héroe-villano, más ambiguos, dio pie a que historias de esta índole se pudieran emitir. Juego de tronos no habría sido posible sin el eco que dejó esta serie creada por J. J. Abrams, Damon Lindelof, Carlton Cuse y Jeffrey Lieber.
Se advierte que habrá ligeros spoilers de la serie
Cuando se vuelve a visionar la serie completa, con el desarrollo y final que tiene ya cerrado, se puede valorar con algo más de objetividad, pero siempre del punto de vista personal, si el final es bueno o no. Y, a mi parecer, es el adecuado. Cierto es que no todos los misterios se resuelven, pero los principales creo que dan una respuesta coherente con el tema nuclear que quiere tratar la serie.
Lost tiene todo lo que se puede esperar de una serie: acción, misterio, comedia, personajes interesantes y una trama que irá complicándose a media que avance pero, por encima de todo, tiene emociones. Episodio tras episodio vamos conociendo a estas personas que se estrellaron en una isla perdida que cura enfermedades; vamos conociendo su vida por medio de flash-backs y vemos que antes del accidente ya estaban perdidos. Perdidos en esta vida que va poniendo a prueba y se esponde de una manera que puede que no sea la correcta. Aunque, ¿qué es lo correcto? Puede que el final de la serie no sea el que ellos planearon, eso no lo sé, pero a mí me gustó. Al ver la serie completa, sin tener que esperar medio año para la siguiente tanda de episodios, me doy cuenta de lo cohesionado que estaba todo. Cada temporada es diferente a otra, se centra en un tema y lo desarrolla dejando pistas para otra temporada y resolviendo otras. Es cierto que han dejado cosas sin explicar, pero el misterio es el mcguffin de la serie no importa. Al fin y al cabo, son las emociones lo que apasionan y lo que hace que haya tenido tanto éxito.
Personajes que no son blanco y negro, el que se nos presentó como villano va pivotando hacia una zona más gris, en la que sus acciones responden a un objetivo más elevado que el triunfo personal. Jack, Kate, Hugo, Sawyer, Locke, Sayid, Sun, Jin, Shannon, Boone, Rose, Bernard, Claire, Charlie, Michael, Walt, Ben, Juliet, Desmond y muchos más son personajes con los que el espectador sufre y se emociona en los seis años que estuvo en antena.

Pequeñas reseñas de cada temporada
Temporada uno: se presentan a los personajes principales y vemos sus historias antes del vuelo, haciendo hincapié en John Locke, el segundo personaje clave de la serie.
Temporada dos: la trama se centra en el búnker y el famoso botón, que en la quinta temporada se explica; conocemos a Desmond, el tercer personaje clave de la serie; y a Henry Gale, un desconocido que es sospechoso de ser lo que no es.
Temporada tres: por fin conocemos a los otros, quienes son y sus motivaciones; a Juliet, una doctora que congenia con Jack; y al líder de ellos, Ben Linus, sin duda el personaje clave de la serie, alguien que siempre tiene un plan. La temporada en sí es más tranquila que la segunda, cuya frase final será un revulsivo que hará saltar la serie por los aires y desencajará mandíbulas.

Temporada cuatro: el principio del fin. Aquí empieza el camino para el final de la serie. Trama centrada en dos líneas: la llegada de un barco que puede sacarlos y la vida de seis personajes que salieron de la isla por medio de ese barco.
Temporada cinco: la más complicada de todas. Argumento centrado en la Iniciativa Dharma y el regreso de los “Seis de Oceanic” gracias al sacrificio de un “lostie”.

Temporada seis: el fin. Conocemos el porqué llegaron a la isla y la despedida de los personajes principales. Toda la temporada es una despedida de los creadores a ese público fiel. Se recuperan las emociones de las primeras temporadas, que fueron dejadas a un lado en pos de la aventura.













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